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La existencia en nuestro foro de algunos abogados que a pesar de muchos años de práctica, dan diariamente pruebas de una ignorancia escandalosa, sólo puede explicarse por la poca severidad de los miembros del Colegio, encargados de apreciar la suficiencia de los candidatos, y demuestra que en ellos obran también ciertos estímulos que no son los de la imparcialidad y la justicia. [1]

Policía vincula a abogado de Joaquín Ramírez con organización ...

Fuente imagen: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fojo-publico.com%2F778%2Fpolicia-vincula-abogado-de-joaquin-ramirez-con-organizacion-criminal-los-cuellos-blancos-del-puerto&psig=AOvVaw2subDj8UjydR9d115Vq_SP&ust=1590506003217000&source=images&cd=vfe&ved=0CAIQjRxqFwoTCNCYtPamz-kCFQAAAAAdAAAAABAD

 

¿Qué significa ser abogado?

Ser abogado, esto es, ejercer como abogado litigante, asesor, árbitro o en cualquier otra función privada, o como juez, fiscal, y, en general, como funcionario o servidor público exige, en todo momento, una actuación consciente y responsable, orientada a hacer bien la tarea asignada, dado que este ejercicio, en sus múltiples manifestaciones, es no solo una de las profesiones más antiguas de la humanidad, sino también una labor que está cohesionada con el mismo funcionamiento social; por lo tanto, hoy en día, es una ardua y difícil tarea, en que ya existen algunos parámetros axiológicos de actuación, que es oportuno tener presente.

Es así que, de acuerdo con el Código de Ética del Abogado, elaborado por la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú, no importa el escenario de ejercicio profesional de los abogados, nos es aplicable el código de ética de nuestra profesión, y, por tanto, debemos defender el derecho de las personas y el propio Estado de derecho, la justicia y el orden social, promoviendo –siempre– la pacífica convivencia y la regulación normativa sabia, mínima y eficiente; además, de la libertad de las personas, dentro de un ordenamiento legal coherente e integrado a los valores que nuestra sociedad considera inestimables. [2]

El abogado litigante

Un abogado litigante es el profesional del derecho especializado en la defensa jurídica en procesos de carácter judicial o administrativo.

Un litigio es como se denomina a los pleitos y disputas llevadas a juicio. Por ello, un abogado litigante es aquel que se especializa en resolver estos conflictos, en representación de una persona u organización. Su tarea consiste no solo en defender a su cliente en el momento del juicio, sino también en analizar la causa para establecer la mejor estrategia y asesorarlo durante todo el proceso.

El abogado litigante es el servidor de la justicia, eternos defensores de los derechos de nuestros patrocinados, que debemos honrar, con nuestra correcta labor, la confianza que se nos ha depositado, sin que se ataque ni destruya la dignidad profesional, con lealtad, probidad, veracidad y buena fe, sea que intervengamos en un proceso judicial, como también reza la Ley Orgánica del Poder Judicial, o fuera de él.

El abogado litigante, porta una cinta -cuyo color varia de acuerdo al Colegio de Abogados al que pertenece- con una estrella dorada de siete puntas, unidas por una corona, en donde se lee “ORABUNT CAUSAS MELIUS”, frase antiquísima en latín que significa «Defenderán mejor las causas» de un léxico extinto, que yace en tiempos pretéritos e inmemoriales en el recuerdo de nuestros viejos libros, sino, por el contrario, es una invitación permanente y actual a asumir nuestro verdadero trabajo y papel dentro de la sociedad, renovando el compromiso profesional de cada uno y de uno para con los demás colegas, de saber evaluar, objetivamente, las situaciones fácticas y proceder a su irrestricta y leal defensa, según los axiomas descritos y a las normas vigentes.

Estrella

Es“Orabunt causas melius” es un verso tomado de la “Eneida” (Canto VI), en el que Anquises, padre del héroe troyano Eneas, augura para Roma un porvenir glorioso en sojuzgamientos y en reinados, a la vez que vislumbra la aparición de “otros” que serán mejores en las artes (entre ellas, la oratoria) y ciencias. El verso es famoso, empero, por constituir una infamia: una histórica diatriba del poeta Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) contra el filósofo y político Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.). [3]

Perfil del Abogado

Para tener éxito en los procesos, un abogado litigante necesita conocer en profundidad el caso que defiende y las leyes que le competen. Esto requiere de un exhaustivo estudio y dedicación. Por ello, los abogados litigantes se caracterizan por ser profesionales meticulosos y comprometidos con su trabajo. Un abogado puede dedicar muchas horas al estudio de las leyes y normas, así como a investigar el caso, más allá de revisar el expediente. Asimismo, los abogados litigantes son, por lo general, personas muy organizadas. Esta característica es necesaria para realizar una planificación eficiente de las distintas etapas del proceso.

Por otro lado, en la sala, los buenos abogados suelen demostrar grandes dotes de comunicador. Utilizan su elocuencia para llevar a cabo la exposición de sus argumentos y el interrogatorio a los testigos. Por ello, además de ser conocedores de la ley, son talentosos oradores. En este contexto, se trata también de profesionales con mucho aplomo y control de sus emociones, características que les permiten desenvolverse eficazmente bajo presión.

Finalmente, cabe señalar que, además de desempeñarse en el momento del juicio, el abogado litigante debe encargarse de la redacción de documentos, interpretar las normas, participar en procesos de mediación, entre otras tareas. Para realizarlas, deberá demostrar sus capacidades de persuasión, tener pleno conocimiento del marco jurídico y contar un buen nivel de redacción.[4]

Función del Abogado

El abogado es un profesional independiente que asiste a sus patrocinados como asesor y representante en la defensa de sus derechos e intereses frente a los organismos públicos y el resto de las personas y entidades privadas.

Hoy en día se halla ampliamente superada la visión del abogado como un profesional que interviene únicamente en los juicios, y el ciudadano sabe que el contar con el asesoramiento previo de un abogado en la fase de la negociación de un contrato, en la formulación de una reclamación, en la mediación para resolver un conflicto, o en la preparación de un testamento o asuntos matrimoniales, por poner un ejemplo, sirve en multitud de ocasiones para evitar gastos e inconvenientes de un juicio y resolver la cuestión que le preocupa de una forma satisfactoria.

El abogado hoy en día, es un técnico polivalente que en función de sus áreas de especialidad, y sin ánimo exhaustivo, le puede prestar sus servicios en relación con las siguientes cuestiones:

a) Defensa de sus intereses en todo tipo de procesos judiciales, ya sean estos de la jurisdicción civil, penal, laboral, tributario o contencioso – administrativa.

b) Negociación y redacción de todo tipo de contratos públicos o privados, ya sean estos de trabajo, de ejecución de obras o prestación de servicios, de compraventa de bienes, recuperación de de dineros y otros.

c) Asesoramiento e intermediación en todo tipo de operaciones inmobiliarias, compraventas y/o arrendamientos de pisos y fincas urbanas y rústicas, con la preparación de los contratos y documentos jurídicos necesarios.

d) Defensa de sus intereses y asesoramiento en materia urbanística, actuando a tal efecto ante las administraciones locales y superiores, y configurando todas las formalidades jurídicas necesarias (redacción de planes urbanísticos, constitución y gestión de juntas de compensación, preparación de contratos y extinciones de contratos).

e) Asesoramiento fiscal, preparación y presentación de todo tipo de declaraciones y obligaciones fiscales (Impuesto de la Renta, IGV, Multas y sanciones adminsitrativas, etc.). Recursos y reclamaciones contra los actos de la SUNAT.

f) Redacción de testamentos, declaraciones de herederos sin testamento y particiones hereditarias, así como procedimientos judiciales en materia hereditaria.

g) Redacción de escritos y solicitudes sobre asuntos no contenciosos (separación de bienes, sociedad de gananciales, separación convencional con divorcio ulterior) ante Juez o Notario Público.

h) Asesoramiento y gestión de derechos en materia de propiedad intelectual e industrial (marcas, patentes, etc.).

i) Defensa ante la imposición de sanciones y multas por parte de cualquier organismo público.

j) Redacción de escritos y recursos en todo tipo de procedimientos administrativos (expropiación forzosa, contratación con las administraciones públicas), gestión de sus intereses en los distintos organismos y obtención de todo tipo de licencias, autorizaciones, subvenciones.

k) Constitución, gestión y disolución de todo tipo de sociedades mercantiles y civiles, operaciones de reestructuración societaria (fusión, escisión, etc.), y asesoramiento general en derecho de la empresa (aspectos mercantiles, laborales y fiscales, derecho administrativo).

l) Asistencia y/o acompañamiento a todo tipo de juntas o reuniones (sociedades, comunidades de propietarios, asociaciones…).

m) Mediación en conflictos familiares, empresariales, laborales…

n) Intervención como árbitro de equidad o de derecho para la resolución de cualquier tipo de disputas o conflictos entre personas o empresas.

o) Reclamaciones por accidentes a los sujetos responsables, a las compañías de seguros y/o a los organismos públicos.

p) Gestión y reclamación de todo tipo de derechos y pensiones a la Seguridad Social (desempleo, jubilación, maternidad, incapacidades).

q) Negociación y gestión de todo tipo de derechos laborales (salarios, condiciones de trabajo…).

r) Reclamación de todo tipo de deudas y obligaciones.

En suma, el abogado es el único profesional que le asesorará o defenderá sus derechos e intereses con todas las garantías:

1) Garantía de formación: El abogado es un profesional titulado, licenciado universitario en Derecho, que además participa en un programa de formación contínua para la actualización de sus conocimientos.

2) Garantía deontológica: El abogado está sujeto en su actuación profesional a un estricto Código de Ética de su orden deontológica, de cuyo cumplimiento rinde cuentas a un Colegio Profesional, al que debe pertenecer obligatoriamente por mandato legal. [5]

Referencias:

  1. FUENTES, Manuel Atanasio, “Estadística general de Lima” (1ª. ed., 1858), 2ª. ed., Tipografía de Ad. Lainé y J. Havard, París, 1866, p. 177.
  2. http://www.elperuano.pe/noticia-el-trabajo-de-abogados-65993.aspx
  3. https://lpderecho.pe/significa-realmente-la-frase-orabunt-causas-melius/
  4. https://blogs.upn.edu.pe/carreras-para-adultos-que-trabajan/2016/03/02/cual-es-el-perfil-de-un-abogado-litigante/.
  5. http://www.icajaen.es/index.php/servicios-al-ciudadano/funcion-del-abogado/